En la leche materna se encuentra el mejor alimento para el bebé, y su composición y nutrientes se adaptan en el tiempo para proporcionarle justo lo que necesita. Entre sus cualidades destacan el menor riesgo de que el niño desarrolle patologías como la obesidad o diabetes tipo 1 y 2, entre otras.
A través del primer Banco de Leche Materna, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), recoge, analiza, procesa, elabora controles de calidad y distribuye este alimento exclusivo para mejorar la calidad de la atención médica que se brinda al recién nacido, afirmó la Licenciada Minerva Lara Fuentes, jefa del departamento de Nutrición del Hospital de Gineco Obstetricia (HGO) No. 4.
mejorar la calidad de la leche materna
Por otra parte, la nutricionista Minerva Lara Fuentes destacó que este año la producción y donación en el Banco de Leche aumentó considerablemente, con lo cual se benefició a varios recién nacidos que mejoraron su calidad de vida, prueba de ello es la donación de 30 litros que hizo la señora Celeste a esta UMAE.
Precisó que las mujeres que quieran donar deben acudir al Hospital de Gineco Obstetricia No. 4 siempre y cuando satisfagan las necesidades del recién nacido y tengan un excedente de leche materna, acreditar ser sanas y sin adicciones.
Después de ello, se someterán a un valoración física, así como a análisis de laboratorio para descartar sífilis, hepatitis y VIH. También firmarán un consentimiento donde informen que se garantiza la seguridad y calidad de la leche donada.
Agregó que en este espacio, la leche materna se identifica, clasifica y resguarda en congelación con un sistema de primeras entradas y primeras salidas (PEPS), es decir, se consume lo primero que ingresó al almacén; para su distribución, se pasa a red de frío y de acuerdo a la prescripción médica se distribuye a las áreas requirentes.
La leche materna se produce a partir de los nutrientes que tenemos en nuestro organismo, por eso depende totalmente de lo que coma la madre y, para asegurar la mejor calidad, es necesario seguir una dieta equilibrada, sana y variada rica en una serie de vitaminas y minerales.
Aunque la leche materna siempre sea un buen alimento, podemos hacer que sea aún mejor y más completo si nos aseguramos de seguir una dieta sana. Así, existen muchos alimentos que benefician la salud de nuestro bebé, igual que hay otros que se deben evitar en estos meses.
Mientras estés dando el pecho, debes tener en cuenta los siguientes consejos para que tu leche tenga la mejor calidad posible y cuente con todos los nutrientes que necesita tu pequeño:- Bebe unos dos litros de agua al día. Esto es fundamental en el periodo de lactancia. La leche es en un 85% agua en su composición, por lo que si se quiere preservar la cantidad y la calidad de la leche es importante el agua.- Incluye alimentos ricos en zinc, mineral que puede verse comprometido en la lactancia (cereales, frutos secos, legumbre e hígado). También debes consumir suficiente yodo. Elige sal yodada y alimentos como los pescados. Y alimentos con selenio, presente en carnes y pescados.- Es importante aumentar la cantidad de algunas vitaminas liposolubles pues su presencia en la leche depende directamente de lo que coma la madre. Principalmente, debes asegurar el consumo de vitamina A (que se encuentra en los productos de origen animal como la leche, la yema de huevo, el hígado de pescado o los vegetales coloreados); y vitamina E (presente en aceites vegetales, aguacate, frutos secos, legumbres y pescados).- En cuanto a las vitaminas hidrosolubles, no se acumulan en nuestro organismo sino que su exceso se elimina por la orina, por lo que debes consumir todos los días alimentos ricos en vitaminas del grupo B. Las vitaminas B1, B2, B3 o niacina en encuentran tanto en alimentos de origen vegetal como de origen animal. Abundan en alimentos como el hígado, los pescados, los huevos y lácteos, así como en algunos alimentos ricos en fibra como legumbres, cereales integrales y algunos vegetales. La vitamina B9 o ácido fólico la encontramos en alimentos de hoja verde (acelgas, espinacas, escarola, etc.), frutos secos (sobre todo en avellanas), cereales integrales y frutas como la naranja y las fresas. Y, por último, la vitamina C está en cítricos y verduras como los pimientos.
\nUn número creciente de niños nace en centros de salud. Una nueva Red para mejorar la calidad de la atención de la salud de la madre, el recién nacido y el niño respaldada por las Naciones Unidas y sus asociados tiene como objetivo ayudar a los países a mejorar la calidad de la atención en esos establecimientos y a respetar los derechos y la dignidad de las personas que solicitan atención.
\nEste relato fotográfico describe algunas de las recomendaciones de la OMS sobre cómo los países pueden mejorar la calidad de la atención en sus centros de salud y prevenir las muertes de madres y recién nacidos gracias a sus Normas para mejorar la calidad de la atención a la madre y el recién nacido en los establecimientos de salud.
\nLos recién nacidos de pequeño tamaño (como los bebés prematuros o los bebés pequeños para la edad gestacional) corren un riesgo mucho mayor de fallecer durante el periodo neonatal y de experimentar problemas de salud a largo plazo y discapacidades permanentes. Se les debe mantener calientes en todo momento y alimentar con leche materna de sus madres. Se debe ayudar a las madres a practicar el método madre canguro cuando la condición del recién nacido lo permita. Los recién nacidos muy pequeños y enfermos deberían ser atendidos en unidades de neonatología bien equipadas y ser monitoreados de cerca por personal formado para detectar complicaciones.
Un número creciente de niños nace en centros de salud. Una nueva Red para mejorar la calidad de la atención de la salud de la madre, el recién nacido y el niño respaldada por las Naciones Unidas y sus asociados tiene como objetivo ayudar a los países a mejorar la calidad de la atención en esos establecimientos y a respetar los derechos y la dignidad de las personas que solicitan atención.
Este relato fotográfico describe algunas de las recomendaciones de la OMS sobre cómo los países pueden mejorar la calidad de la atención en sus centros de salud y prevenir las muertes de madres y recién nacidos gracias a sus Normas para mejorar la calidad de la atención a la madre y el recién nacido en los establecimientos de salud.
Los recién nacidos de pequeño tamaño (como los bebés prematuros o los bebés pequeños para la edad gestacional) corren un riesgo mucho mayor de fallecer durante el periodo neonatal y de experimentar problemas de salud a largo plazo y discapacidades permanentes. Se les debe mantener calientes en todo momento y alimentar con leche materna de sus madres. Se debe ayudar a las madres a practicar el método madre canguro cuando la condición del recién nacido lo permita. Los recién nacidos muy pequeños y enfermos deberían ser atendidos en unidades de neonatología bien equipadas y ser monitoreados de cerca por personal formado para detectar complicaciones.
Ahora, una nueva investigación añade a la lista otro beneficio más del ejercicio en esta etapa, pues se encontró que ejercitarse durante el embarazo puede ayudar a mejorar la calidad de la leche materna, aumentando sus beneficios, como la prevención de enfermedades a largo plazo.
Partiendo del hecho de que la leche materna ayuda a mejorar la salud de los bebés y previene la aparición de ciertas enfermedades, el equipo decidió tomar ese camino para encontrar las respuestas y saber por qué o cómo el ejercicio en el embarazo beneficia a los bebés a largo plazo.
Tras realizar una serie de seguimientos tanto en ratones como en mujeres humanas, se encontró que mantenerse activa durante el embarazo ayuda a aumentar los oligosacáridos 3 SL, un compuesto de la leche materna que se cree ayuda a prevenir la aparición de enfermedades, y que al igual que otros oligosacáridos de la leche, solamente suele sintetizarse en las glándulas mamarias y durante la lactancia.
En conclusión, hacer ejercicio en el embarazo, incluso algo moderado como caminar, ayuda a elevar los niveles de los oligosacáridos 3 SL, aumentando así la calidad de la leche y la prevención de enfermedades cardiovasculares y la obesidad.
La leche materna es el mejor alimento para el lactante durante los primeros meses de vida. Cubre las necesidades nutricionales para su adecuado crecimiento y desarrollo físico y desde el punto de vista emocional le asegura el establecimiento de un buen vínculo madre-hijo y una adecuada relación de apego seguro con su madre, ambos esenciales para un correcto desarrollo como persona independiente y segura. Por todo ello la lactancia materna es considerada el método de referencia para la alimentación y crianza del lactante y el niño pequeño.
La superioridad de la leche materna sobre cualquier otro alimento (leche de fórmula artificial) para la nutrición y desarrollo del bebé durante los primeros meses de vida ha quedado bien demostrada en numerosos estudios científicos, que señalan un mayor riesgo de numerosos problemas de salud en los niños no alimentados con leche materna, entre los que cabe resaltar un mayor riesgo de muerte súbita del lactante y de muerte durante el primer año de vida, así como de padecer infecciones gastrointestinales, respiratorias y urinarias y de que estas sean más graves y ocasionen ingresos hospitalarios. A largo plazo los niños no amamantados padecen con más frecuencia dermatitis atópica, alergia, asma, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria intestinal, obesidad, Diabetes Mellitus, esclerosis múltiple y cáncer. Las niñas no amamantadas tienen mayor riesgo de cáncer de mama en la edad adulta. Los lactantes no alimentados al pecho presentan peores resultados en los test de inteligencia y tienen un riesgo más elevado de padecer hiperactividad, ansiedad y depresión, así como de sufrir maltrato infantil. Por otro lado, en las madres aumenta el riesgo de padecer hemorragia postparto, fractura de columna y de cadera en la edad postmenopáusica, cáncer de ovario, cáncer de útero, artritis reumatoide, enfermedad cardiovascular, hipertensión, ansiedad y depresión. 2ff7e9595c
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